Cuestión de magnitudes.

No sé si lo mencioné, pero, a pesar de que soy guitarrista, estoy participando como bajista en una banda de metal que tiene un amigo(batería), su hermano(guitarra), y su cuñado(voz)(el esposo de la hermana, claro está...).

En una de esas, el guitarrista trae una letra, y nos la comenta:
- Sí, trata de una persona que vivió cien años luz.
-Che, pero cien años luz es una medida de distancia, eh! No de tiempo...
-Ah, qué cagada! Bueno, después vemos que le ponemos...

Cómo es esto? Veamos.
La expresión x cantidad de tiempo luz, donde x es un número y cantidad de tiempo es una medida de tiempo(segundos, minutos, días,etc.), simboliza la distancia que recorre la luz en xy.

Ej: 100 años luz.
Sabemos que la luz se mueve con velocidad uniforme, a unos casi 300000 km/seg en el vacío. O sea que en nada más que un segundo recorre ¡300000 kilómetros!
Sigamos. La velocidad es la magnitud que, como dijimos, representa el espacio recorrido sobre una determinada cantidad de tiempo.

V=e/t

Por lo tanto, deducimos que para determinar un espacio determinado, la fórmula va a ser:

e=vt

Sabemos la velocidad, y sabemos el tiempo. Averigüemos el espacio recorrido...

e=300000 km/s *100 años

e=300000 km/s *100*365 días

e=300000 km/s *100*365*24 horas

e=300000 km/s *100*365*24*60 minutos

e=300000 km/s *100*365*24*60*60 seg.

e=9.460.800.000.000 kilómetros.

Creo que se lee nueve billones cuatrocientos sesenta mil ochocientos millones de kilómetros. (!)
Para viajar es bastante, para vivir ni me imagino.
Si no te gustan los números, la física, y todo eso, gracias por haber leído hasta acá.
La idea es aprender a hablar mejor, qué se yo.

A lo mejor la letra la dejamos así porque es más loco vivir una distancia determinada que vivir un tiempo determinado. De todos modos, el nombre es casi una parodia al metal neoclásico: Igor, el rey de la montaña sagrada. No sé por qué, pero cuando escucho Igor pienso automáticamente en un ser como Cuasimodo, pero pelado, con cara de malo, con lunares peludos en la mejilla derecha y con las ropas más andrajosas, y de color marrón oscuro. Y en vez de zapatos, un pedazo de tela en cada pie, con un hilo en el tobillo atándolas. No sé cómo voy a tocar sin cagarme de risa.
Mmm... no, no lo dejo así ni en pedo.