De luto

No me gustan los obituarios, siento que no transmiten todo lo que se siente por la persona que se acaba de ir, siempre falta algo, o a lo mejor es que no alcanza con palabras para describir el afecto que se le tenía a esa persona, o lo maravillosa que era.

Así, no nombré al gran Roberto Fontanarrosa, ni a Mario Mazzone, ni a otros que posiblemente ahora me estoy olvidando.

Pero hoy, no puedo evitar recordar a Jorge Guinzburg, un genio. En todos los medios en los que estuvo, en todas las actividades que desempeñó, fue un genio.

Me encantaba su humor, inteligente, sagaz, algo que hoy está ausente cada vez más notoriamente en los medios masivos de comunicación argentinos.

Creo que no hay persona que haya conocido bien a Guinzburg que pueda hablar mal de él. Lo mismo opino de Fontanarrosa. Más allá de la genialidad, de estar un paso más adelante que todos nosotros, debían ser personas maravillosas, unos tipazos.

Todavía no caigo, no puede ser que no lo vuelva a ver un día que falte al colegio, o en la Biblia y el Calefón. No puedo entender que ya no esté.

Recordémoslo con una sonrisa, como siempre lo vimos, a pesar de todos los males que lo aquejaban, que es como ahora debe estar con Castelo.

Les dejo el link del video de la afeitada, una vez más, acá.

Y acá con Norman Briski, en uno de sus últimos programas.

Qué lo parió.