domingo, 4 de marzo de 2007

Ya que estamos...

Ya que estamos con eso de la educación, voy a contar una anécdota del colegio, media pelotuda pero anécdota en fin.

Hace ya unos años, cuando estaba en séptimo, la profesora de matemáticas tomó una prueba. La prueba, no sé por qué raro fenómeno, la habíamos aprobado sólo tres personas en todo el curso. Viendo la cantidad de gente reprobada, decidió hacer una prueba recuperatoria.
Mientras los demás trataban de aprobar el exámen, los que habíamos aprobado nos rascábamos las orejas en una mesa. Uno de los otros dos sacó cartas y nos pusimos a jugar al truco de a dos, mientras el otro miraba como un gil. Jugábamos con la condición de no hacer ruido, pero hubo un momento en que no pude evitarlo.
Él: Truco.
Yo: Quiero retruco.
Él: Quiero vale cuatro.
Yo: Quiero.
Mi compañero me había regalado cuatro puntos intencionalmente, hasta el día de hoy no sé por qué, pero eso me tentó mucho de risa. Fue peor cuando repitió esto tres veces más.
Me reía tan fuerte que la profesora dijo "Petrovichzzzzzzzzzz(escupíá todo cuando hablaba) pare de reirzzzzze, o quiere que lo zzzzzzzaque del zzzzzalón?", a lo que respondí "deje-jajajaj- salgo yo por-jajaja- por mi cuenta-jajajajaja!"
Para peor, seguí riéndome aún afuera del salón, y mi risa retumbaba en todo el silencioso patio.
"Petrovichzzzzzzzzz, ya ezzzzztá? Puede volver al zzzzzzzalón?"
"jaj-NO-jajajajaja, ajajajajajaja, ajajajajaja, jajaja, jajajaja "
"Bien, Petrovichzzzzz, cuando esté lizzzzzzto entre"

Qué pelotudo, cómo me pude haber reído tannnnto de eso.

2 comentarios:

  1. estabas en lo q se llama, la edad del pavo... y esta genial si la profe es asi de copada y no te dice nada

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