She's driving me mad, she's driving me mad

Coloquio de historia, alias "mesa redonda". (Ponemos todas las mesas formando un gran círculo, y la lección se va haciendo entre todos, siguiendo el hilo de lo que dijo el anterior, dándole pie al que sigue, etcétera).

La profesora menciona la Sociedad de Consumo...
-... En la cual la publicidad juega un papel importantísimo, y se convierte en uno de los motores fundamentales para impulsar el consumo de cosas que en realidad la gente no necesita. Por ejemplo, si uno está en la calle y tiene sed, uno podría ir y comprar agua, pero ve la heladera roja y blanca y se toma una Coca Cola... Coca Cola es el típico ejemplo de la publicidad en la sociedad de consumo: anualmente, gastan más en publicidad que en producción. Cuando apareció la Coca Cola, no fue bien aceptada por la gente, y nadie la tomaba, porque la Coca Cola en realidad no es rica...-
-Sí!!!- Interrumpe alguien que estaba a un metro y medio o dos de distancia de la profesora.
-No, Petrovich, la Coca Cola no es rica, la Coca Cola es adictiva-
-Síiiiiiiiii!!!- Vuelve a interrumpir la misma persona.
-Es como toda adicción, Petrovich, como el cigarrillo, cuando tengas veintipico de años y el estómago destrozado, te vas a acordar de mí y vas a saber que eso te lo hizo la Coca Cola-
-SÍIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!- Volví a decir, con tono de maniático.
Risas generales, inclusive de la profesora de Historia.

Sin embargo, tomar Coca Cola tiene sus ventajas.
Si uno se toma un vaso de Coca Cola, se está tomando un vaso con azúcares y cafeína, que dan energía y despiertan. Viene bien para después del vaso de leche diario que uno debe tomar todas las mañanas. Aparte, la leche deja un sabor algo agrio, y la Coca Cola, que es ácida, contrarresta la leche, sustancia alcalina que a veces puede llegar a caer pesada.
No sólo eso, sino que la Coca Cola te desarrolla el paladar como para poder diferenciarla de cualquier otra bebida de cola, rechazando las imitaciones baratas (Pity, Ricky, Machi, Willy, Wally, Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Winners, Losers, como se llame), y las no tan baratas(Pepsi, asquerosamente asquerosa), y distinguiendo cláramente sus variantes según el envase, a saber:
La de lata es la mejor, posiblemente porque al ser de aluminio su envase se enfría muy rápidamente y la heladera que las guarda la mantiene helada. Esta es seguida muy de cerca por la de vidrio, que tiene un sabor puro, ya que no se expone a la descomposición química que pueda sufrir, por ejemplo, la de plástico, a la luz del sol. La de plástico es muy buena, aunque baja su calidad a medida que baja la capacidad del recipiente, muy probablemente porque se reparte más plástico descompuesto en menos líquido. La de 600 centímetros cúbicos es la que menos me gusta, definitivamente(sin embargo sigue siendo mucho, pero mucho mejor que cualquier imitación). Aunque, hay algo criticable a los envases grandes. El problema que tienen las grandes botellas, como la de tres litros, es que si no son tomadas al instante, pierden todo el gas y ganan calor. Esa presentación es ideal para cuando te enfrentás a una multitud sedienta, ya que servís un vaso por persona y no tenés que dejar nada calentándose y convirtiéndose en jarabe.
Y no, la Coca Cola Zero no tiene el mismo sabor que la Coca Cola posta, pero sigue siendo mejor que la light, la Pepsi, la Guachín cola, etcétera.



Sí, ya se. Estoy re loco. Cuando comencé este posteo, iba a ser sólo sobre la lección de historia. Pero la Coca Cola me obligó a escribir.
Es que me gusta mucho la Coca Cola. Sí, posiblemente tenga problemas estomacales o intestinales, y sí, posiblemente sea una adicción, y... Sí!!! Posiblemente la Coca tenga coca...
Pero, mientras son sanos y se cuidan, ustedes se la pierden, y yo me la tomo toooooda toooooooda.
Hay cosas peores che!
Qué manera de empezar la semana...
Qué manera, Teté!
Qué manera, Roberto!