domingo, 7 de enero de 2007

Esas cosas que no te dejan dormir II

Pensar. Pocas cosas son peor que no tener absolutamnente nada importante en lo que pensar y no poder parar de cranear un segundo. Mucho peor cuando es de noche, muy tarde, y sabés que el día siguiente va a ser un quilombo mal. O que te tenés que levantar temprano a estudiar o a hacer alguna otra actividad que requiera pleno uso de las facultades físicas y/o psíquicas.

Pero, lo terrible, es que, como dije antes, no pensamos en cosas importantes, sino que nos detenemos en boludeces, de las cuales las más comunes suelen ser "el techo tiene humedad", "qué era lo que tenía que hacer mañana? Ah!!!", "puse la hora para mañana?", "seguro que la puse?", "Me fijo por las dudas", "mierrrda, sin luz no veo un joraca", "apaguen esa maldita alarma de auto!!!", "ah!! Por fin, la apagaron... y ahora? A quién le echo la culpa?", "ya sé, a los ronquidos de fulano", etcétera.

Eso, si no tenemos la mala suerte de, como en el último de los casos, tener a alguien que ronque fuerte o lo suficientemente alto como para que lo escuchemos. Porque en ese caso, nuestra mente se llena de insultos hacia la otra persona, porque los ronquidos ajenos son incentivadores de (primero) la envidia y (segundo, como consecuencia) del odio de los insomnes, y lo importante en la vida es poder echarle la culpa a alguien de nuestras desgracias. Y, claro, no hay mejor chivo expiatorio que aquél que no se puede defender, porque está profundamente dormido como nosotros no estamos y deseamos. Además, roncando parece que nos quieren recordar lo afortunados que ellos son y los desafortunados que somos nosotros.

En realidad, la pobre persona, encima de que respira mal durante la noche, recibe todas nuestras maldiciones mientras se encuentra indefensa. Pero alguien que no duerme bien o lo suficiente no tiene piedad contra alguien que sí.

Y mientras no podemos dormir, qué hacemos? Damos vueltas, desenganchamos las sábanas de los bordes del colchón, miramos el teho, miramos la pared, nos ponemos boca abajo, nos damos cuenta que no podemos respirar y seguimos girando, y pensando, principalmente pensando todo el tiempo en cualquier diminuta cosa que se nos cruce por la cabeza y por la cual podamos hacer un universo completo de cosas que nos entretendrán mientras sigamos con los ojos abiertos.

Otra gran cosa, los ojos abiertos. A mí me pasa algo estúpido: me molesta tener los ojos cerrados mientras no estoy dormido, a pesar de que si los tengo abiertos no voy a ver nada porque la luz está apagada.

El gran martirio de las horas de insomnio es mirar la hora, sólo por masoquismo, para ver cuánto tiempo perdimos.

Ni hablar de cuando queremos ir al baño. Dios! A veces da mucha fiaca levantarse, a pesar de que sabemos que no cambia nada estar despierto en un lugar o en el otro; es más, sabemos que nos conviene ir al baño. Bueno, a veces las ganas superan la fiaca, pero no es material de discusión de este post, sino me voy a ir a la mierda. (cuack!!!)

Pero, peor aún que no poder dormir cuando debemos, es estar dormidos o con mucho sueño cuando no deberíamos estarlo, como en un examen, en el trabajo, mientras nadamos (sí, el sueño ataca igual, se los aseguro), manejando, etcétera.

En fin... últimamente estoy descansando bien, no me puedo quejar. Pero es algo que tenía ganas de comentar porque estoy seguro que no soy el único, como diría Lennon.

Hasta la próxima.

1 comentario:

  1. Yo para q no me pasara eso ponia musica para no pensar en nada relajarme y dormirme... lo hice un tiempo con coldplay, q era re tranca y me re dormia... dio muy buenos resultados, el problema es despues escuchar esos temas y no quedarme dormido...

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