Yo, cómo descubrí Molestia Aparte? Bueno, antes de leer Molestia Aparte, yo...

Cuando sea mayor de edad me gustaría aplicar para el departamento de publicidad de La Serenísima, o el de Johnson & Johnson. "Por qué?" dirán ustedes. Tengo la teoría de que La Serenísima y Johnson & Johnson deben pagar muy bien por promocionar sus productos. Por qué tengo esta teoría? Porque hacer una publicidad para estas dos multinacionales, implica decir cosas como estas:

"Yo? Cómo descubrí Activia? Bueno, yo, antes de Activia, me sentía hinchada, pesada, porque tenía transito lento, pero, ahora, con Activia, mi cuerpo funciona como si tuviera un reloj".

"Yo? Bueno, yo descubrí Corega porque yo no podía comer ni hablar ni sonreir tranquilo en ninguna de esas cenas espectaculares que organizan en el Club de Gente Adinerada al que voy, pero ahora, una aplicación de doce horas y hasta puedo dar carcajadas mientras juego al cricket!!"

Estas publicidades obligan a la humillación de la persona que aparece en Prime Time delante de millones de personas que sintonizan los canales y las ven diciendo lo de arriba, que en realidad, como todos sabemos, significa esto:

"Yo, antes de Activia, tenía un tapón en el culo, pero ahora, cago como un violín!"

"Yo descubrí Corega porque cuando iba a jugar al tejo se me caían los dientes y se me llenaban de tierra, peor, en los baños quería tirar el botón, se me caía después de... bueno, de usar Activia, y... eso después me lo tenía que poner en la boca! Pero con Corega, firmes como rulo de estatua!"

Esto implica que puedan generarse las siguentes conversaciones, por ejemplo, en el almacén:

-Qué tal, dame un...

-Vos no sos el de la propaganda del yogur para cagar?

- Ah! Eh... sí, bueno, da-

-(con una mano señalando, con la otra tapándose la boca) El de la prop-jajaja-del yogu-jajajajajaja-mirá Pedro! El de la Propa- jajajajajaja!

Antes que hacerse famoso por algo así, mejor morir en el anonimato.

Y estas son sólo dos de las publicidades humillantes que podemos encontrar en la tele hoy en día. Otras típicas son las de Gianolla tocándote el timbre y pidiéndote medias sucias, o una peor: la de la narigona que trabajaba con él en Vale La Pena tocándote el timbre para ver las condiciones de tu inodoro, y, acto seguido, echarle Harpic a presión.

En fin, este fue sólo el primer capítulo (y seguramente también el último) de "pagaría por no ver una puta publicidad más", espero que les haya gustado, y sino, comprendan, mi viejo me despertó a las ocho de "la madrugada" en un domingo y en vacaciones, estoy medio loco.